1.- LEERLO EN VOZ ALTA AHORITITA

Bla bla bla
Bla bla bla
Bla bla bla


Yo solo quiero lengua, vino y culo.



“Así. Se hizo un silencio sepulcral. Se escaparon unas risitas incomodas y varios mmmm sin justificación. ¿A ellos que putas les importaba el bla bla bla y que sobre el vino y la lengua lo que mas me importaba era el culo? Pero yo seguí leyendo y leyendo y ellos, escuchando y escuchando. A mi, no me gusta leer lo que escribo, por que soy mejor escribiendo que leyendo y en ese intervalo descubrí que como siempre ya me estaba excusando.”

-Bueno ahí lo dejamos, muchas gracias por venir a esta hora; nos vemos mañana, los quiero muchísimo, el último que salga cierra.

Sin más, los reflectores cerraron los ojos y la oscuridad se dejo sentir como nunca había ocurrido en el teatro, que en realidad, era un raquítico foro. Adioses y abrazos ricamente perfumados en sudor se compartieron entre unos y otros, las voces snobs de las chicas le cagaban. Todos muy bien organizaditos se fueron en un santiamén. La obra se iba ya a estrenar, todo había salido conforme a lo dispuesto en la lista. En el bocalobero foro solo quedaba una silueta y la siguiente voz:

Soledad eres siempre fiel compañía, tanto, que me gusta pensar en voz alta. PIPI CACA CULO PEDO PIS. Sabía que no había nadie. PIPI CACA CULO PEDO PIS grito más fuerte. ¡¡¡Carajo las llaves!!! Precisamente por no verse nada, se veía tétrico e imponente. Súbitamente ya había perdido 2 de los cinco sentidos, no se escuchaba nada y se escuchaba bestial, horrendo, espantoso. ¿Y que tal si me encuentro en los camerinos a una viejita limosnera masturbándose delante de sus hijitos? Viejita que tiene hijitos. ¿Y si me encuentro a una alambrista rusa de principios de siglo con maquillaje exagerado y cuerpo totalmente anoréxico que no me diga nada y que me sonría mucho? A pesar de las circunstancias no se ayudaba ni un miligramo, pero era demasiado tarde, ya estaba ahí, el miedo había llegado...

Despertó, no quiso lavarse los dientes. No se le antojaba aprender otro idioma y pensar en forma higiénica. Ni siquiera 80 gigas son suficientes, no se miro al espejo y pensó: Que rico es hoy, como que tengo un antojo endemoniado de que me de SIDA. Pero antes, tengo que planificar bien mi lista de objetivos.